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Lea las cinco noticias principales de este viernes, 23 de septiembre de 2022
Carlos Almeida en su despacho. / HOY
Sin perder de vista el comportamiento de los bancos y a la espera de datos concluyentes en la tasa de empleo. Así afronta Carlos Almeida Fernández de Tejada (Badajoz, 1969), gerente de IHS, de la red Comprarcasa, y con más de dos décadas de experiencia en el ámbito financiero inmobiliario, el nuevo ecosistema surgido con la crisis del coronavirus. Tras una paralización casi completa durante los meses de marzo y abril, el sector se enfrenta a un más que previsible ajuste de precios.
–¿Cómo ve la situación económica española ante la crisis?
–Con solo 15 días de paralización de las actividades empresariales en marzo, hemos sufrido la mayor caída del PIB en un trimestre desde que tenemos información. El segundo trimestre aún será peor y a partir del tercero la economía empezará a mejorar, aún no podemos saber en qué medida. Sectores como el turismo y la hostelería lo van a sufrir de un modo más intenso y prolongado, y debido a su peso específico en la economía de nuestro país podrían acabar arrastrando al resto. De la eficacia de las medidas económicas, financieras, fiscales y políticas que se tomen dependerá en gran parte el futuro de muchas empresas y de nuestro país.
–Nos va a afectar, sin duda, nuestro porcentaje de autónomos es muy elevado, pero también el de funcionarios. Confío en que los empresarios extremeños estarán a la altura y que los funcionarios sigan consumiendo, debido a que el poder adquisitivo de este colectivo puede incluso mejorar, porque va a haber caída de precios.
–En su sector, ¿cómo ha afectado?
–Hemos tenido un parón de la actividad sin precedentes, manteniendo la misma inversión en publicidad que en meses anteriores, los contactos (las intenciones de compra) en marzo han disminuido un 85%; en el mes de abril la caída de contactos ha sido del 70% y, cuando esto ocurre y se sostiene en el tiempo (ya lo viví en 2007), el precio de la vivienda baja. En cuanto a visitas a inmuebles no se ha hecho ninguna físicamente, (hemos hecho visitas virtuales) y las ventas se han parado totalmente. Los compradores posponen la decisión de compra y tratan de obtener mejores negociaciones en los precios, que sufrirán caídas a corto plazo, al igual que la actividad.
–¿Cuáles son las expectativas?
–A corto plazo son malas. Nos queda por ver el alcance real de los ERTE y de la tasa de paro, pero sabemos que en abril los datos han sido peores que en marzo, que ya fueron malos. A pesar de eso, soy optimista, a partir del tercer trimestre vamos a empezar a mejorar. Siempre que las entidades financieras sigan prestando dinero a nuestros clientes, una parte del empleo se irá recuperando y la actividad se irá acelerando.
–¿Cuánto va a tardar en recuperarse la normalidad?
–Las ventas inmobiliarias deberían alcanzar los niveles del año 2019 a partir de 2021/22. Los precios de las viviendas no han llegado a los niveles del 2007. En Badajoz estamos en precios del cuarto trimestre de 2004, no hay un exceso de oferta, los tipos de interés son muy bajos y hay liquidez en los bancos. Lo peor de la paralización ya ha pasado, ahora veremos sus consecuencias. Desconocemos si podremos hacer visitas a los pisos y si tenemos que limitar el aforo (suponemos que sí) de las oficinas. Hemos desarrollado un protocolo de seguridad, nos hemos preparado adquiriendo mamparas, mascarillas, guantes, geles e incluso un generador de ozono para preparar la oficina y las propiedades de los clientes. Disponemos de tecnología que nos permite hacer visitas virtuales y firmar contratos a distancia para disminuir el contacto físico.
–¿Qué actividad han mantenido durante este parón?
–Ha sido residual. Hemos seguido firmando en notaría las operaciones que estaban cerradas, comprometidas y consideradas de carácter urgente. Hay operaciones que no hemos podido continuar porque entendemos que el cliente prefiera esperar a que pase el estado de alarma, por lo que nos hemos visto obligados a ampliar el plazo de muchos contratos de compraventa. Todo eso se retomará en mayo y junio, pero no va a ser fácil que la gente permita entrar en sus casas a desconocidos para enseñarlas en estas condiciones.
–¿Cree que la crisis será más profunda que la de 2008?
–Aquella fue una crisis con origen financiero e inmobiliario y nos afectó directamente, aunque no fue tan rápida y violenta como esta. Para saber si nos va a afectar dependemos del empleo y de que los bancos estén dispuestos a financiar, sin embargo creo que de esta situación nos vamos a recuperar con más rapidez.
–¿Cómo valora las medidas del Gobierno?
–Habría valorado positivamente medidas de paralización de pagos de hipotecas, de rentas de alquiler, de impuestos, de inyección de capital a las empresas y familias necesitadas más rápidas, con relación directa entre caída de ingresos de los empresarios autónomos y de grupos de particulares que lo necesiten y de nuestras obligaciones de pago. Ahora solicitamos medidas de reducción de impuestos a la compra de viviendas y ayudas a la compra y al alquiler.
–¿Qué sectores cree que pueden recuperarse antes?
–Todo lo relacionado con la tecnología (inteligencia artificial, comercio electrónico y telecomunicaciones) se recuperará con más rapidez; también el sector de la alimentación, el farmacéutico y el sanitario tirarán de la economía.